En Trunkai, siempre hemos considerado que el diseño interior debe ser mucho más que una simple expresión estética; debe tener una relación íntima con quienes habitan ese espacio. Y es aquí donde entra un concepto clave: la escala humana. ¿Alguna vez has escuchado hablar de este concepto? Si no es así, no te preocupes, hoy desarrollaremos este tema.
¿Qué es la escala humana? La escala humana se refiere a las proporciones y dimensiones de un espacio o un objeto en relación directa con el tamaño y las cualidades del cuerpo humano. En otras palabras, es la manera en que percibimos y nos relacionamos con nuestro entorno basándonos en nuestra propia escala física. Por ejemplo, una silla diseñada pensando en la escala humana no sólo será estéticamente agradable, sino que también será cómoda y adecuada para sentarse.
Para entender mejor a qué me refiero, contrastemos la escala humana con la escala arquitectónica. Mientras que la escala humana se centra en cómo las personas interactúan con su entorno inmediato (como un mueble o una habitación), la escala arquitectónica mira el panorama más amplio, pensando en edificios enteros o paisajes urbanos. Si alguna vez has caminado por una plaza inmensamente grande y te has sentido pequeño y abrumado, es probable que hayas experimentado una discordancia entre la escala humana y la arquitectónica. Por otro lado, un jardín bien diseñado donde cada bancada o fuente parece estar en el lugar perfecto para el descanso refleja una armonía entre ambas escalas.
¿Por qué es importante este tema en el diseño de interiores? Permite una conexión emocional, cuando un espacio respeta la escala humana, automáticamente nos sentimos más conectados y cómodos en él. Es como si ese espacio hubiera sido hecho pensando en nosotros. Funcionalidad más allá de la estética, un diseño que tiene en cuenta la escala humana garantiza que el espacio será funcional y adaptado a las actividades diarias de las personas y por sobre todo, bienestar; un espacio en armonía con la escala humana promueve el bienestar, ya que considera aspectos como la iluminación adecuada, la circulación fluida y la accesibilidad.
La próxima vez que pienses en rediseñar un espacio, recuerda la importancia de la escala humana y cómo puede transformar no sólo el espacio, sino la experiencia de quienes lo habitan.